Thursday, May 31, 2012

Cámara lenta


Desde la 284 hasta el final (331, finito). El primer golpe en cada cara, con la restricción del orden alfabético. A ver: almorcé, boludos, claro, Diego, el, flojera, gilipollas, (nada), (nada), Javier, (nada), la, masculino, no, ocasión, Pocitos, querés, reconozco, se, tu, un, vos, (nada), (nada), y, zancadillas, ah, Braulios, confesión, datos, engatusar, (nada), Graham, honorarios, irrumpió, Javier, (nada), les, mi, nosotros, o, pero, que, ronquido, Sonia, tableteo, (nada), (nada).

Por la reconstrucción personal, por combatir la soledad, por describir los afectos y buscarles lugar. Un trabajo diferente, humilde, entrañable y a punto de resultar conmovedor. Miro atrás, miro adelante. Una lúcida gansada cruza mi cerebro, volando en formación: motivos sobran, pero no existen consecuencias que lo justifiquen.

Más para despistar. Esta vez, un clásico de Arbus.

Sunday, May 27, 2012

Codificado


Bien, bien, bien, bien, bien, bien, bien, bien, suena la motocicleta. Es negra. Hace un sol cegador, me voy a caer de la bici. Lo recito en voz baja y nadie me oye mover los labios. Mantengo el equilibrio a duras penas. Bien, bien, bien, bien, bien. El casco me mira, yo tengo mucho calor. No temas, le digo, y el motorista despega y no se gira ni una sola vez en su camino hacia el final de la calle. Me quedo con un brazo yacente, medio asustado y sudando, asumiendo ese astro impasible como testigo y al lado de un montón de gente que espera la llegada de cualquier mesías.

Igual sigo encima de la bicicleta. Pedaleo deprisa o despacio, según vea a viejos a los que asustar o no; paladeo la brisa reacio, según bla, bla, bla. Me resulta difícil excusarme, mi propia presencia bla, bla, bla. Bien, bien, bien, bien, bien, bien, bien, bien. Ya debo estar borracho.

Para despistar, una instantánea de Levitt.

Tuesday, May 22, 2012

Plegaria

Miró detrás de sus orejas, entre las dos nalgas y en las axilas. Para qué complicarse tanto, pensó, y vio la etiqueta alrededor de su tobillo, simulando un calcetín. Leyó en voz alta: "No lavar sin permiso. Encender desde abajo". ¡Vaya! ¡Qué cosas! La miró a los ojos y se irguió de nuevo, la tomó de los brazos y se quedó con la boca entreabierta. Rió breve, turbado. Quedó mudo. Tan abstraído estaba en la contemplación de ese rostro que había olvidado la formación de la palabra más simple. Su nombre lo abandonó a hurtadillas y el aire se convirtió en su cuerpo, o al revés; dejó de existir en sí mismo para existir en ella, y no al revés.

Sunday, May 20, 2012

Y pensar que me equivoco


El jueves, cuando fui a sacar el visado, tardé menos de dos horas. Como la vez anterior, tres llamadas a la ventanilla (documentos, huellas y entrevista), pero con la diferencia de que cada trámite llevó apenas dos minutos: hace cinco años salí a las tres de la tarde, el otro día terminaron conmigo para las once y media. ¿Cosas del nombre? ¿Coyuntura financiera? ¿Mi creciente acento transnacional?

En la esquina de Bolivia con Alberto Alcocer, un letrero fino y blanco rodeaba la parte superior del bajo del edificio. Ponía EVO (Evo Banca Inteligente) en circunstancias nada azarosas, así que abrí una alcantarilla cercana y encontré una lámpara de cobre. La froté un poco con mi pulgar y apareció frente a mí un enano con camiseta a rayas y barba de pocos días; fumaba con parsimonia un cigarrillo negro. Alcé la vista y, mirando al cielo quemado, supliqué que se detuviera el tiempo. El enano me miró con ojos tristes y comenzó a tararear una canción. El tráfico se congeló y los sonidos de la ciudad dejaron paso a una risita cristalina que cayó como agua bendita sobre mi cara.

Foto pescada en Internet.

Tuesday, May 15, 2012

Para nombrar lo que me rodea


Son algo pasadas las nueve de la noche: me pregunto qué dirán en los medios, cómo aumentará la venta de sus libros o qué tostones organizará el Instituto Cervantes. Las once menos veinte: en las noticias de La Primera han dicho que se va uno de los grandes, "sólo basta con mencionar los premios que mereció su extensa producción literaria" (o algo así). He cenado algo de repollo que sobró de la otra noche y he tenido que tratarme con un agua con gas.

Dejando la entrada en reposo ha llegado la una y media de la mañana. Mi cama no se hace sola y los auriculares se retuercen sobre la almohada. Se me caen los ojos y no me he movido en todo el día, siento el culo poliédrico. Juro que di unas vueltitas por la casa y que salí a comprar canelones congelados. Juro que hoy más que ningún otro día quise pasear al fresco y prolongar esta voz nasal tan seductora. Lo juro: nació pato.

Un nudo muy 15-M, ¿eh? Sacado de todayandtomorrow.net

Saturday, May 12, 2012

No me gusta titular


Discutían acaloradamente porque la temperatura apenas había descendido durante la noche. Gritaban, sudaban y agitaban los brazos, y fuera apenas se movían las hojas de verde inaugural. Se encendieron algunas luces en el bloque y la calle se llenó de misterio. La discusión alcanzó un volumen sin precedentes en el vecindario. El aire negro comenzó a soplar y alumbró más apartamentos. Salieron cabezas de las ventanas, voces pidiendo silencio y viejas rogando al cielo o llamando a la policía. El viento se las arregló para cerrar una ventana con fuerza. El sonido de claqueta obró magia en la disputa, que fue remitiendo mientras el edificio volvía a cerrar los ojos. La noche refrescó, el viento también dejó de actuar y la vida esperó a la siguiente toma.


Existe un libro en el que está escrito todo lo que el hombre necesita saber. Son unas pocas páginas: las primeras mil introducen la materia, la siguiente la desarrolla y la última, la conclusión, bueno, dijimos que era un libro breve.

Crédito gráfico de A.

Tuesday, May 08, 2012

Ondas


4 de mayo: Qué frío que hacía, ya no merece tanto la pena. ¿Quién eres? Las temperaturas mínimas en el desierto de Gobi rondan los 40 grados bajo cero. No me habías dicho que te sentías incómodo. Bueno, apenas salgo de aquí y te llamo con lo que sea. Un viento horrible: la ciudad desierta, los árboles en medio de las calles, ese ruido tan angustioso. ¿Cómo dices que me has conocido?

7 de mayo: Ni idea.

8 de mayo: El catarro se ha confirmado. Las bajas facturas me han pasado temperatura. Aquí sigo ondeando esa bandera del escudo incomprensible. El viento ya no es horrible, sólo insiste con dulce terquedad; lo suficiente para llamarte con lo que sea, lo inevitable para guiar este barquito.

La apasionante gráfica la tomé de www.math.wisc.edu.

Friday, May 04, 2012

Mi Coragyps atratus


La repetición para asegurarse de que uno ya lo ha entendido: en las tiendas del barrio, en las oficinas del centro financiero, en las aulas de profesores chamuscados y en otros espacios de interacción social básica (urbana). ¿Para qué me pides tantas veces el nombre si me lo vas a preguntar de nuevo al volver? ¿Para acribillarme con el vocativo cuando te asegures de que entiendo? ¿Y para qué quieres que entienda de esa manera? ¿Para acabar por no saber qué hago aquí? ¿Para lanzarme a tu yugular?

Luego comentas a tus compañeros de insistencia que soy un excéntrico y que el zopilote sobre mi hombro resulta demasiado amenazante. Tonterías. Pero, si vuelves a asegurarte de que entiendo, le haré una señal apenas perceptible y lo tendrás sobre la cabeza haciéndote cosquillas devastadoras. No habrá ni tiempo para desenchufarte.
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