Thursday, July 26, 2007

Un azul cualquiera


A las seis de la mañana, hablando por teléfono; discutíamos sobre dinero. Yo sólo pensaba que el monto hacía un total de más de once mil dólares. "¿Quieres dejar de hablar así?", me gritó. Yo le contesté que las partidas de fondos destinadas a cubrir las mensualidades resultaban insuficientes. En ese momento, su voz se fundió con cientos de billetes que empezaron a salir de mi auricular; la cara pusilánime de Jackson me miraba una y otra vez, recordándome la viruela y los horrores en el campo de batalla. Mi habitación se llenó de enfermedades y guerras en forma de dinero, que salía caudaloso del teléfono.

Juro que no podía oír su voz, que la estaba perdiendo, que todo tenía que ver con un fallo en la línea telefónica, que nadie hablaba de dinero. Pero sonó el teléfono de nuevo y descolgué. ¿Diga?

Saturday, July 21, 2007

: (dos puntos)


Busqué lo que pude y evité todas las descripciones: fui a los hechos, que minaron mi capacidad de raciocinio, y te hice feliz. Me convertí en ese periodista mediocre que amas, el que transforma el contexto en acción, el que cuenta una historia absurda de la manera más maravillosa: ese periodista mediocre que odias. Cuando consigas rascarte todas tus circunstancias, puede que veas una realidad minúscula y noticiable. Pero yo no estaré allí: daré vueltas a tu alrededor recogiendo las mondaduras de circunstancias, sudando, con mi sombrero de paja y preguntándome por qué me rechazas.

Saturday, July 14, 2007

Hay fuego en el hospital


"No sé por qué estás así, lo tienes todo".

Y en ese momento sacude la cabeza y vuelve sobre la arena, contemplando sus dominios. El sol le levanta la piel; le salen unas ampollas horribles. No puede escapar de la misma imagen de siempre: el desierto, las tres estacas y los dos beduinos que aparecen y desaparecen a lo lejos. El calor, también el calor. Lo tenía todo.

Thursday, July 12, 2007

Relay runner


Ahora miro la pantalla brillante del portátil mientras escucho Chinese translation de Matt Ward una y otra vez. En el trabajo me he quedado mirando a una compañera, sudamericana, de tetas grandes y cariñosas, que se ponía nerviosa cuando cruzábamos la mirada. No sé cómo podría haberle explicado que estaba aburrido y que sólo quería dormir. Entonces terminé lo que pedía el oficio y subí al autobús. Me enamoré de la chófer, que lamía un chupa-chups. El mundo sería suyo, pensé, con esas gafas de sol, esa sonrisa de medio lado y ese escote interminable.

Atardecía. Siempre que voy a casa (porque nunca vuelvo) y se esconde el sol, soy testigo de una estampa perfecta: el pasado y el futuro, nunca acontecidos, en una fotografía fruto de un traspiés temporal. Conseguí levantar una sonrisa lánguida.

Justo en este momento huele a pólvora de fuegos artificiales. Todo ha pasado, vuelvo a bostezar.

Tuesday, July 10, 2007

Locus amoenus


Después de escribir cuatro entradas durante estas dos últimas semanas, borradas justo antes de publicarse, no me queda nada por decir. Bueno, si las borré es porque tampoco tenía nada que decir entonces y lo que escribía era puro pedaleo circular.

Ahora que caigo, no estoy más que justificando mi nada con más palabras de dudosa utilidad: ¿hablaba de pedaleo circular? No sé si Fondriest, Chiapucci o Rominger pedalearon por mí demasiados años.
Creative Commons License
This blog is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivs 3.0 Unported License