Wednesday, November 30, 2011

Atrás



Se acaba el tiempo, las fechas se vienen encima. O ya es Navidad o no me apetece hablar de mí mismo, pues sólo el contenido humano me separa del fin de las solicitudes. Y resulta terrible: años trabajando la frialdad para que luego le pregunten a uno sobre su sangre ardiente pero zen, arribista pero yogui. Quieren pruebas del alma y yo sólo puedo ofrecer una cronología escrupulosa. 30 de noviembre de 2011: descubro que mis fuerzas flaquean cuando se insiste en que escriba sobre cómo mis experiencias vitales contribuyen a la diversidad social, intelectual y cultural dentro de mi área de estudio. La pregunta da pie a exageraciones, a hablar de humo, a olvidar el día a día y el carne y hueso. No quiero dar pena. Me niego, ahora me pongo a ello.

Escucho música para la madrugada, para el sueño a contrapié. Un último esfuerzo, me digo, y pienso en un paquete marrón de dimensiones espantosas que trato de aupar a una débil rejilla. La gente a mi alrededor mira expectante, pero yo ya sé lo que va a suceder.

Imagen pescada de Centermachinery.en.made-in-china.com.

Thursday, November 24, 2011

Costra biplaza


Entre 17 y 19 años, calculo, porque a los 20 ya te preguntan si alguna momia de El Corte Inglés te vaporizó con ese perfume o si prefieres que se te invite a pajera abierta. Primero desmigaban la china en el autobús y luego se reían del acento del chófer cuando dio aviso de la llegada a Pamplona. En ambas ocasiones estuve a punto de girarme y decirles que venga, neskas, que si me llegáis a pillar más descansado os bajo en los Monegros y os quito el maquillaje de los bolsos.

Hoy vuelvo a la rutina, al menos durante un par de semanas más. Cartas, ensayos, documentos... indios que quieren estudiar su MBA lejos de la polvareda. Pero antes de dormir, leo algunas páginas hasta que se me caen los ojos. Y siempre me acuerdo de ese trocito: "Ah, vos querés decir por qué todo esto. Andá a saber, yo creo que ni vos ni yo tenemos demasiado la culpa. No somos adultos, Lucía. Es un mérito pero se paga caro. Los chicos se tiran siempre de los pelos después de haber jugado. Debe ser algo así. Habría que pensarlo". (R. JC.)

Friday, November 18, 2011

Comunica

Ella pasea por calles de ruido en ciudades de rascacielos, estrena gazmoñerías y bebe cerveza de cooperativas y particulares. ¡Hoy he comido pulpitos! al teléfono; sí, los probaste acá, los viste sobre un plato. Fritos. ¡Vale!, y su tono de voz onda despreocupado a través de las ondulas. Ahora se trata de acumular despreocupaciones, me digo, pero no me convenzo. Voy a bajar las persianas, luego hablamos otra vez.

No sales del atasco. Lleváis más de media hora dando vueltas por las calles adyacentes a la avenida Michigan. B. es paciente al teléfono, a mí no me salen las palabras. Una vez más me condeno al no tener nada que decir. Ella ríe mucho para ligar mis pocos fonemas y tú me despides entre el barullo del tráfico, entre idiomas que desconozco.

Saturday, November 12, 2011

#9


So long ago
Was it in a dream, was it just a dream?
I know, yes I know
Seemed so very real, it seemed so real to me

Transcribía estas cuatro estrofas mientras pensaba en el poder de las ideas ambiguas; de cómo provocan, estimulan o refuerzan conductas y actitudes comunes a un grupo de gente numeroso. Reflexionaba sobre la letra de otras canciones, sobre algunos discursos políticos... Y sobre cómo me está volviendo loco tanto libro. ¡Al cuerno ideas ambiguas y estímulos y conductas! Me abandono al sueño, a la tranquilidad (y la tiranía) de no distinguir la realidad de las visiones, para imaginarte cada segundo a mi lado, mientras tus manos juguetean con los abalorios esféricos del collar que siempre guardas en el bolsillo de tu bata.

La imagen es un fotograma de un vídeo de Youtube.

Monday, November 07, 2011

Mr. Bombastic


Déjemequemequeme. Pues sí, quemau como siempre, pero manteniendo ese espíritu negativo de crisis igual a oportunidad.
Instrucciones. Enséñame cómo aliñar ensaladas de manera satisfactoria. Me conformo.
Krang. Ese cerebro vive en mi cerebro. 
Paseos. De casa a dar clases, de dar clases a casa. De la mesa al baño a la cocina a la mesa.
Suplementos. Es que este ya dura demasiado y va de vocabulario, álgebra y argumentación, más una ingente cantidad de papeleo.
Visiones. Cualquiera, puedo elegir: que no pasa el tiempo, que me cambio el chándal después de varias semanas, que oigo un clic y trasciendo a la empatía.

Wednesday, November 02, 2011

De precariedad mental



Hace unas horas he reservado por primera vez en mi vida una noche de hotel. A pocos pasos de mi objetivo, habitación individual, 54 euros (ya pagados) y cuatro estrellas. Pero se me ha ocurrido mirar la página del hotel, la que hace un mes marcaba 56 por lo mismo. Ahora, con un 15% de rebaja. 48 euros. 

Pierdo la vista, oigo un pitido. "El mismo hotel, la misma sensación, pero dos precios. 500 mil hoteles, más de cien webs, siempre el mejor precio". Te, ma, to. Hasta he tenido que ir a mear para quitarme el enfado, el hastío o la soledad. Al volver frente a la pantalla del portátil, he imaginado dejarme seis euros sobre alguna repisa transparente. No es ningún dinero, me piensan, pero acuso ese nivel diminuto donde se dan temperaturas altísimas en cualquier estación del año. En ese lugar entrecierro los ojos y tuerzo el gesto, que soplas un poquillo y me pierde la brisa.

La foto pertenece a Rvision.daydreamlabs.com
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