Thursday, August 23, 2007

Carrera de perros


Anteayer, cuando volvía a casa, me cayó una gota de agua de una gotera entre la gafa izquierda y el ojo. Tuve una revelación: que, cuando a la noche siguiente saliera a ese bar de drogadictos y prostitutas, conseguiría domesticar a un navajero dándole un abrazo. Justo en ese instante tendría otra revelación más: que esta mañana me pondría la alarma a las 12:23 y que abriría los ojos a las 12:22, miraría el despertador y, siguiendo el ritmo de los dos puntos parpadeantes entre el 12 y el 22, contaría 23 segundos hasta que el 22 se convirtiera en 23. La siguiente sería la revelación máxima.

Hace un rato, mirando la sección local del periódico donde trabajo, comprobaba que todo era cierto. Resacoso perdido, doliéndome el corazón, descubría que mañana Paulo Coelho cumple 60 años. Para mí no se alinearon los planetas ni se iluminó de morado mi séptimo chakra, pero Paulo, veía tu perilla blanca de sabio maestro por todas partes.

Dios, qué días de Adviento.

3 comments:

Sincopado said...

La revelación sobre Coelho es la más perturbadora... ¿Has pensado que puede ser una señal divina? Quizás deberías dejarte perilla. Se me ocurre.

Algopacomer said...

Como Pushkin al ser citado a la casa del Zar. Por el camino se le cruzó un conejo blanco. Puskhin dio la vuelta.
Poco meses después, un amigo de la mujer de Puskhin le advirtió de que en palacio, el Zar había dado la orden de citar al poeta y ejecutarlo.

eresfea said...

Yo creo que Coelho te quiere regalar su jersey, por drogadicto y prostituto.
Abrazo (no soy un navajero, aún).

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