
Hubo una vez que se sintió incapaz y bajó los brazos (y Arcadi es un luchador).
Jugaba con Cesc a dar vueltas a uno de los pequeños jardines de la plaza. Cesc le tenía que pillar; Arcadi partía con unos metros de ventaja. Mientras corrían, no paraban de reír y de decir tonterías. Pero a la enésima vuelta, a Arcadi se le congeló la sonrisa; a la siguiente, se puso serio; a la siguiente, dejó de hablar y se paró. Se sentó en el banco y miró los geranios al lado del hormiguero. Cesc se colocó a su lado. Arcadi bajó la cabeza. "Sólo los geranios pueden ser mi flor preferida".
6 comments:
Algún día descubriré la causa de esa extraña obsesión tuya por los geranios.Tuya y de Arcadi.
¿Algo que ver con Murcia? ¿Con el balcón?
Merece una explicación, sí. Pero la huerta tiene poco que ver. No lo sé, no lo sé: quizá haya que preguntarle a Arcadi.
Ay!
Que no, que no. Que en Murcia cada vez hay menos geranios...
Las respuestas de Arcadi, aquí: www.arcadi.espasa.com
Lunes 5 de junio. Oye, perdón pero te he contestado un poco mal en eresfea. Leo tu blog y hay partes que no entiendo (Arcadi, Cesc, y lo del teléfono no me gustó, pero no te preocupes, soy más bien científica) Para serte franca, mr.shy tu estás triste y desilusionado, al menos esa es la impresión. No se te ocurra un drama al mejor estilo Dovstoyesky. Y Uruguay es precioso y no molesto más.
Mi-tacua-uy: basta con que me digas "triste y desilusionado" para sentirme reconfortado. Si hubieras añadido taciturno, ya sería indescriptible.
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