Thursday, May 25, 2006

El tiempo de Cesc


Arcadi cree que terminará los deberes a tiempo. Así, a las cinco y media baja a la plaza, ésa de las llantas de bicicleta incrustadas en la tierra que forman pequeñas jardineras. Sentado en un banco, balanceando las piernas, Cesc mira un hormiguero al lado de unos geranios. Arcadi se sienta a su lado. Cesc le pregunta cuál es su flor preferida y Arcadi le contesta que los geranios seguro que no. Los dos se echan a reír.

5 comments:

Anonymous said...

Odio cómo huelen los geranios.

mr. shy said...

Vale, pero sólo quiero un poco de amor.

Sara said...

¿Qué está pasando?
Ayer había algo que hoy no hay.
Vas a marear a la fauna.

eresfea said...

Los geranios huelen como la botella de buen vino antes de avinagrarse. Y eso es triste.
Lo de las fresias (a ser posible amarillas) sólo se entiende en Buenos Aires, el 21 de septiembre.
Defenderé el clavel silvestre y el narciso trompetero.

Sara said...

Auténtico.

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