Monday, March 31, 2008

Tus ojeras

Ahora (es decir, nunca), sirve de poco contar cómo van las cosas. Además, las cargas son demasiado pesadas o demasiado ligeras. Me marché, eso es todo.

El desierto nunca desaparece; creo que es mi casa llena de errores y mitades. Por eso, si tú me estas leyendo, piensa que llevo trozos de ti casi sin quererlos, liados en una madeja que nunca se separa de mi lado.

1 comment:

Sara said...

¡Joven!

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