Monday, October 15, 2007

De madrugada


Ella se ducha mientras yo me emborracho deprisa con el vino que ofrecimos a los invitados dos días atrás. Me escuecen los ojos. Oigo el tren de fondo. Elevo la vista al techo de gotelé y pienso en la piel de nadie, la sangre de nada. No soy tan fuerte, pronuncio, y sigo bebiendo el yeso de mi copa; digo, el vino.

Ayer hice dos fotografías. En una de ellas, tres niños no logran ubicar su mirada mientras sus padres se emborrachan antes del partido de fútbol americano.

8 comments:

Anonymous said...

A mí, a veces, también me cuesta ubicarme. Gracias y perdona por el encuentro nunca logrado.
Mousike.

mr. shy said...

Todavía tienes una oportunidad... para el encuentro nunca logrado. El 12 de noviembre estoy en Pamplona para un mes y medio.

Un abrazo.

Sincopado said...

¿Emborracharse antes del partido?, ¿y qué van a hacer durante?

mr. shy said...

Uy, desde vomitar a las animadoras hasta protagonizar bailes muy lamentables. O amodorrarse en el asiento.

De todas formas, a la mayoría se le baja la borrachera cuando su equipo pierde escandalosamente, algo que siempre ocurre aquí.

Algopacomer said...

12 de noviembre por un mes. Yo me apunto para ese encuentro. Yo estaré la semana siguiente. Un saludo. Firmado: Señora.

¿Dónde está Murray? NO me responde los mensajes.

Algopacomer said...

Ese tipo de vivencia estereotipo estadouinidense. Pareces una Diane Arbush o un Paul B Auster

eresfea said...

Esta madrugá se está alargando mucho. ¿Amanece otra entrada?

mr. shy said...

Escribo desde Pamplona, Algopacomer (y cualquier otro ojeroso interesado). Se me llame y cite, estaré disponible.

Eresfea: amanecieron entradas pero atardecieron antes de que el día fuera día. Vamos, que enseguida posteo.

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