Los días amenazan en voz baja a partir de las once y media, más o menos. El resto de lo que ocurre hasta la madrugada es fruto de un ovillo desordenado y sudoroso centrado en la publicidad de Cuatro, en el amigo Peter Ilich y en unos maltrechos renglones: no hay nada peor que ver seguidos el anuncio de Plus y sus chiquiprecios, el de Verónica Forqué y el de Pirulo; que oír acabar sin aplausos los 17:01 del maravilloso concierto para violín y que descubrir en la nocturna escritura las alentadoras palabras "no", "nunca" y "jamás".
Mamá, me voy a jugar con Boitumelo.
1 comment:
Eso sí: el día puede mejorar si consigues descubrir lo de "12M" que hay en las pastas de dientes, cremas y artículos de droguería en general. Todos esos productos aguantan más de 30 meses cerrados, pero una vez abiertos (de ahí el dibujo de la tapita en suspensión), el tiempo se reduce a 12, con la industria farmacéutica como garante de la mayor calidad del producto y bla, bla, bla. Cuando os lavéis los dientes, mirad el "12M" con altivez y dejad escapar un "¡Psché!".
Y hoy el día ha mejorado.
Post a Comment