Tuesday, January 27, 2009

Recordatorio


Ahora las madrugadas vuelven a ser mías. Regreso a mi infancia escuchando Lady In Red de Chris De Burgh: los largos viajes cruzando el país de punta a punta, el olor de mi almohada y los días de judo en invierno.

También en largas noches miro los mapas. Ésos. Leo más cosas sobre los desiertos, los de hielo y los de arena. Ésos. Y durante horas busco vuelos que no voy a tomar. Me imagino aterrizando en Barrow uno de esos 65 días sin luz o llegando casi sin fuerzas a un pueblo de Mongolia, donde me dan leche de cabra y cobijo en una casa circular.

En demasiadas ocasiones muestro una actitud muy honesta, y me sorprende. 

3 comments:

  1. Saludos Irvinianos desde la Alhambra. Un fuerte beso en el culo de parte de Algopacomer.

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  2. Anonymous4:11 AM

    Ten cuidado, se empieza así.

    Yo pasaba (y paso) horas mirando vuelos que creo que nunca voy a tomar. Miro los mapas, costas recortadas y a escala de sitios inpronunciables o lugares que me parecen sólo son nombres salteados al azar junto con las líneas de desnivel.

    Pero cuidado, yo paso gran parte de mi tiempo chequeando vuelos a sitios y... ¡quién no se puede resistir a un vuelo barato a Longyearbyen o a Shangay! Así es como llegé a Kulusuk, por ejemplo.

    Y la semana pasada regresé a Reykjavik porque me enviaron un ganga de vuelo por email y no me pude resistir. Compré los billetes para el fin de semana siguiente. Y luego a ver cómo se caia el gobierno a pedacitos.

    Cuidadín, me veo a los dos en bebiendo leche de cabra en una casa circular en mitad de El Gobi.

    Abrazo.

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  3. Caravinagre: para quitarme el mono, cojo el coche de la india, me voy a los maizales y atravieso condados por pistas de tierra.

    En marzo nos dan a los escolares una semana de respiro. Tengo algo de pasta y varios mapas en la habitación. Viva la leche de cabra.

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